
La idea de «celebrar» el Día de la Mujer puede ser confusa porque, más que una celebración en el sentido de fiesta, este día es una conmemoración de la lucha histórica de las mujeres por la igualdad de derechos, la equidad de género y el reconocimiento de su papel en la sociedad.
El 8 de marzo tiene raíces en movimientos obreros y feministas del siglo XX, con eventos clave como la huelga de trabajadoras textiles en Nueva York en 1908 y la proclamación del Día Internacional de la Mujer por la ONU en 1977. A lo largo del tiempo, el enfoque ha cambiado dependiendo del contexto cultural: algunas personas lo ven como un día de reconocimiento y agradecimiento, mientras que otras lo consideran un momento para reflexionar sobre las desigualdades que aún persisten.
Por eso, en lugar de solo «celebrar», muchas organizaciones y activistas prefieren términos como «conmemorar», «visibilizar» o «reivindicar» el Día de la Mujer.